Es un momento ideal para pensar donde ir en el puente de diciembre o como disfrutar de las próximas Navidades con todo el sabor y la esencia del momento ¿Te imaginas paseando bien abrigado con un ponche caliente en la mano viendo como a tus niños se le iluminan los ojillos?
Pues es el momento de contaros las múltiples posibilidades que os ofrecen los Mercadillos de Navidad. Los más famosos y tradicionales están justo aquí en Europa. Es uno de los más demandados destinos para viajar en diciembre.
Encontrar los más variados adornos para decorar la casa, regalos para la familia o asistir a un concierto de villancicos en directo mientras respiras el aroma a castañas asadas o los típicos dulces navideños recién horneados…
¿Te apuntas? Aquí te dejamos una selección de los Mercados de Navidad que más nos han impresionado.
Los mejores mercadillos navideños para disfrutar con tus niños
Alemania, país originario de esta tradición que se remonta al siglo XV, es sin duda alguna el rey de los Christkindmarkt (literalmente mercado del niño Jesús) y entre sus múltiples posibilidades destacamos los más de 60 mercadillos que nos ofrece su capital, Berlín.
Imposible visitarlos todos ya que necesitaríamos fuertes piernas, un GPS y más de un trago del típico Glühwein (vino especiado caliente) para mantenernos calentitos. Os recomendamos el de Spandau por ser el más grande (más de 400 casetas de madera) o el de Santa Lucía disponible ya desde finales de noviembre. En cualquiera de ellos las compras y la diversión están aseguradas.
Núremberg tiene el mercado más grande del país y para opinión de muchos el mejor de toda Alemania. Stuttgart, es famoso por su mercado central donde destaca la profusa decoración y excepcional iluminación de sus casetas de madera. Además, los niños podrán disfrutar de un precioso paseo en mini tren y deleitarse con su famoso pastel de frutas y nueces.
Otra posibilidad es viajar hasta Dresde, el segundo mercado más antiguo de Alemania, donde cada año en su mercado de la plaza mayor
Streizelmarkt, se prepara un Stollen (pastel navideño) gigante de 4 toneladas de peso.
Zurich, en la vecina Suiza, os encantará. Tiene uno de los mayores mercados de Navidad bajo techo, con lo que las posibles inclemencias del tiempo están descartadas. La estación central con sus 160 casetas decoradas y su abeto gigante en el centro lo convierte en el más surtido y espectacular.
En cualquier mercado que se precie se habla alemán, por lo que nos trasladamos a Viena. Una característica de muchos mercados austriacos es la venta de amuletos de la suerte que se ponen a la venta pasada la Navidad ya que estos se intercambian en la noche de Fin de Año. Los vieneses se vuelcan en la decoración y en una iluminación extraordinaria proporcionando un resultado espectacular. ¡No puedes perdértelo!
En Bélgica, aunque se hable flamenco, la tradición de los mercados navideños está muy arraigada. El mercadillo de Navidad de Bruselas tiene 2 km de largo, sin olvidar el árbol gigantesco que montan en la Grand Place. Además de saborear los dulces típicos y sus múltiples cervezas, tanto niños como adultos se deleitaran con el increíble espectáculo de luces y sonido sobre el paso de las estaciones y la llegada de la Navidad, que cada año se despliega en el incomparable marco de la arquitectura de esta plaza.
Os dejamos un magnífico vídeo de uno de los espectáculos navideños de imagen y sonido de la Grand Place en Bruselas:
Ahora bien si tu presupuesto no incluye grandes desplazamientos o buscas algo más castizo, la plaza Mayor de Madrid es visita obligada. Podrás encontrar cualquier complemento para montar el Belén con los niños en casa y aunque no venden vino caliente ni muchos de los manjares típicos de esas fechas siempre puedes terminar la jornada en el Mercado de San Miguel, donde podrás degustar todos los manjares de temporada.