La Opinión del Experto
Ainhoa González - @montessori_en_tu_casa
La mesa de luz es un recurso que tiene su origen en las escuelas de Reggio Emilia. Una herramienta enmarcada dentro de la pedagogía de la luz y que puede ser utilizada de manera libre o dirigida. También la podemos encontrar en salas multisensoriales.
Estas salas tienen el propósito de crear estímulos sensoriales desde diferentes fuentes y trabajar con los sentidos (visual, olfativo, táctil, vestibular, auditivo y propioceptivo). Por esto la mesa de luz es una gran herramienta para estimular el sentido visual y también el táctil.
La mesa de luz a parte de ser una gran herramienta pedagógica, lúdica, creativa y artística, también nos brinda la oportunidad de crear una experiencia sensorial mágica, llena de transformación, que invita a la experimentación, la concentración, la exploración de los materiales, que fomenta el juego colaborativo, un recurso motivador, que permite adquirir el aprendizaje a través del juego, de la vista y del tacto.
Áreas que podemos trabajar con esta herramienta:Estimulación sensorial a través de la vista y el tacto. Área del lenguaje, del pensamiento lógico, unidades didácticas, construcciones, juego no estructurado, cuentos, actividades sensoriales...
Algunos de los fines pedagógicos que podemos alcanzar con este recurso:
Fomenta la concentración. El panel de luz ayuda a delimitar la actividad y centrar la atención. Fomenta la curiosidad. La luz les trae y les crea curiosidad, así el material que coloquemos sobre su superficie se transforma en algo totalmente diferente, gracias a su condición de transparencia, por el realzar de sus colores, por el contraste entre objetos traslúcidos y opacos… El asombro es otra pieza importante. Ofrecer materiales sensoriales atractivos para crear en el niño la necesidad de interactuar con él. Estimulación sensorial a través del sentido de la vista, el tacto, incluso dependiendo de los materiales que utilicemos también el sentido del olfato. Desarrollo del pensamiento libre. Trabajar la motricidad fina. A través de herramientas como la pinza, cucharas, pipetas...podemos ofrecer actividades de clasificación y trasvases para ejercitar la motricidad fina. Coordinación ojo mano. Fomentar la creatividad.