Como ya hemos comentado en anteriores post sobre música, ésta es fundamental para el desarrollo de las habilidades. El fomento de las mismas ha sido y es la preocupación de muchos padres, centros escolares e incluso músicos. Si a tus hijos les encanta la música, hemos seleccionado cuatro métodos para enseñar música a los niños. Están basados en distintos aspectos de la música y su relación con el cuerpo. Todos nacemos con la capacidad para apreciar y disfrutar de la música. Una minoría también nace con un don especial para tocar y crear. Acercar al niño a la música desde muy pequeño es abrirle a una de las actividades humanas que mejor contacta con nuestro mundo emocional.
Muchos músicos se han interesado por la pedagogía musical y han desarrollado métodos dirigidos a los muy pequeños, convencidos de que las primeras etapas de la vida son fundamentales para desarrollar sus aptitudes. Reseñamos cuatro métodos para enseñar música a los niños que han marcado el aprendizaje musical
hasta hoy.
Método Suzuki
Este método de aprendizaje musical está fundado por Shinichi Suzuki, este japonés estaba convencido de que si todos los niños aprenden una lengua, también podrían aprender lenguaje musical. Según algunos expertos “su método recoge todas las peculiaridades del aprendizaje del habla: empezar muy pronto, respetando el ritmo del niño, repetir las veces que hagan falta, siempre con el apoyo y el aliento cariñoso de los padres, etc. Lleva más de 50 años cosechando éxito”.
Éste es uno de los cuatro métodos para enseñar música a los niños y consiste en la asociación del aprendizaje musical con un instrumento. El violín ha sido el instrumento con el que empezó a trabajar, pero se ha ampliado a otros: piano, flauta y otros instrumentos de cuerda. El aprendizaje se asienta sobre 3 pilares: el niño, el profesor y los padres, una triada que configura el llamado “triángulo Suzuki“. Comenzar temprano -entre 3 y 4 años, en un ambiente lleno de música, aprender de forma gradual, entrenarse un ‘ratito’ cada día en presencia de los padres, compartir los aprendizajes con otros niños son otras características del método. A través del sistema Suzuki, el niño no aprenderá a leer las notas musicales antes de alcanzar un nivel de destreza básico con el instrumento que haya elegido.
Método Aschero
El método Aschero toma su nombre del doctor en musicología de nacionalidad argentina llamado Sergio Aschero. A este músico le debemos la escritura musical basada en el color. Este sistema se denominó Numerofonía en donde los números, los colores y las figuras reemplazan a la escritura musical conocida hasta el momento. Los colores fríos representan los tonos graves mientras que los colores cálidos representan los agudos. Cuanto más cálido, más agudo es el sonido.
Al resultar un método muy simple, es ideal para que los más pequeños se inicien en la educación musical, sobre todo si se trata de niños con problemas emocionales.
Método Kódaly
Este método viene desde Hungría y se lo debemos al compositor húngaro Kódaly. Este músico dejó de lado su carrera con el objetivo de desarrollar su idea sobre la pedagogía musical. ¿El pilar fundamental de su método de enseñanza musical para niños? La voz que según su opinión es “el más perfecto y versátil instrumento musical que todos tenemos“. A través de canciones buenas, el niño o la niña se va adentrando en un universo musical. Las notas y los ritmos les permitirán aprender en un futuro. “Exponer a los niños a la música desde el embarazo y empezar su formación musical cuanto antes, son otros aspectos de este método de enseñanza musical”.
Método Karl Orff
El cuarto método para enseñar música a los niños lleva el nombre de un músico y pedagogo alemán llamado Karl Orff. Este pedagogo situaba el inicio de la educación musical en el ritmo del lenguaje, los movimientos y las percusiones que se derivan de él. Al igual que sucede en el método Kódaly, el inicio del aprendizaje musical surge de las canciones pero también de las rimas infantiles, las adivinanzas y cuentos populares.
“Los ritmos se trabajan con las palabras y el movimiento corporal. Los niños hacen música con su cuerpo como si se tratara de un instrumento de percusión que emplean cuatro planos sonoros, los pies, las rodillas, las palmas y los dedos. Al cuerpo se suman instrumentos muy simples como el triángulo o el tambor”.