La estimulación temprana es algo que se puede trabajar de forma diaria con los bebés. Este tipo de psicomotricidad favorece el desarrollo en todas las dimensiones ya que tiene impacto en la percepción sensorial, en lo cognitivo, lo social y lo motor. Según Georgina Gómez, “la estimulación temprana juega un papel muy importante en los primeros años de vida, porque en esta etapa se desarrollan y maduran capacidades esenciales como el área del lenguaje, de lo sensorial, física y psicológica. Este proceso puede iniciarse desde los 45 días después del nacimiento con un programa adecuado de estimulación”.
Es importante tener en cuenta que cuanto más temprano se comience a estimular, más sensible y más receptivo será el bebé. La atención, la memoria y el desarrollo del sistema nervioso se verán aumentadas y el pequeño contará con mayores capacidades.
Antes de aventurarte a trabajar la estimulación temprana o la psicomotricidad en los bebés es fundamental tener en cuenta algunos aspectos. En primer lugar se deberá preparar un espacio exclusivo para estas actividades. El objetivo de esto es evitar posibles distracciones como la televisión, la música e incluso los teléfonos móviles. Es importante tener en cuenta que el entorno tiene una gran influencia sobre la reacción que toma el bebé ante el estímulo.
Para conseguir la máxima atención por parte del pequeño, deberá estar cambiado, alimentado y se deberá tener en cuenta si ha descansado y el tipo de ropa que lleva en el momento. Estos factores son fundamentales y es que es necesario que el bebé se pueda mover con libertad. El adulto también deberá adoptar una postura que le permita estar a la misma altura que el bebé. Los ejercicios deben seguir una ruta concreta ya que de esta forma el niño asimilará los movimientos y su cuerpo estará atento a los estímulos.
Trabajar los sentidos requiere una atención especial ya que a partir de ellos el cerebro desarrolla la denominada plasticidad y las conexiones neuronales. De esta forma, el niño podrá adquirir muchas más habilidades. En relación a los sentidos, tenemos que dar un valor añadido a la afectividad. Esto quiere decir que si el niño recibe atención, cuidados y amor, en un futuro se convertirá en un adulto más sano, con más seguridad emocional y contará con muchas más herramientas sociales. Es durante los primeros tres años de vida cuando se establecen las conexiones neuronales más duraderas.
¿Cómo practicar la estimulación temprana en casa?
Antes de pasar a actividades más concretas, debemos saber que desde que el bebé nace es fundamental llevar a cabo estos hábitos y poder convertirlos en rutina. Demostrarles cariño, hablarles, cantarles, tocarles y la provocación de la imitación pueden hacer que la capacidad de aprendizaje se active y el bebé esté más abierto al mismo. Además de esto que te hemos comentado, es recomendable hacer masajes y es que el contacto con las manos de la mamá es fundamental para fomentar la conexión y el lenguaje propio entre ambos. El sistema inmunológico, el desarrollo muscular y las hormonas del crecimiento se ven beneficiadas con esto.
Leer libros de cuentos con ilustraciones es importante a medida que el pequeño comienza a hablar ya que permitirá que vea los movimientos de la boca y pueda soltarse. A medida que vaya creciendo también se le podrá acercar a los juegos de memoria. Lo primero que se debe hacer es enseñarle un objeto y alejarlo de la vista. Mientras se le podrá motivar para que lo encuentre. Según vaya pasando el tiempo, el juego se podrá ir complicando y se podrá derivar a la memorización de secuencias, palabras e incluso sonidos.
Como ya hemos comentado, las conversaciones y las canciones son una parte fundamental de la estimulación temprana ya que está ligada al desarrollo del lenguaje. Para poder trabajarlo adecuadamente, los papás deberán hablar el bebé el mayor tiempo posible, nombrar las cosas, imitar sonidos, enseñar rimas y sobre todo, es primordial articular las palabras bien para que pueda empezar a imitar los movimientos. Los juguetes educativos tendrán que cobrar una mayor importancia en las casas ya que tendrán como objetivo fomentar las capacidades y las habilidades de los bebés. En Infanity.es puedes encontrar una gran variedad de juguetes y materiales educativos para edades comprendidas entre los 0 y los 9 años.
La realización de actividades y ejercicios físicos desde el momento del nacimiento puede ayudar al desarrollo del bebé. No solo fortalecerá sus características físicas sino que también se construirán nuevas conexiones neuronales.
Ahora que ya sabes la importancia de la estimulación temprana, deberás tener en cuenta que todo lo que aprenda en esta etapa se conservará a lo largo de toda su vida. De esta forma, se convertirá en un adulto mucho más productivo y capaz. ¡Empieza lo antes posible!